sábado, 10 de noviembre de 2007

IGNORANTE DE FE

No creer,
con las calles de las promesas rotas
y las avenidas de rosas muertas,
espacios que sobran y están de mas,
en renunciar para conseguir.

No creer,
con las palabras cansadas y locas
en montañas de versos desiertas,
mundos que se enfrentan y se besan,
en escribir para vivir.

No creer,
con los sueños de espinas y rosas
en destinos que nunca se encuentran,
almas que se buscan ociosas,
en amar para sufrir.

No creer,
con los deseos que siempre invocas
voluntades hechas quimeras,
coloreadas enredaderas que aplastan,
y no creer que el nacer es el morir.



Fotografía de Pedro Garcea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE EL RENCOR ME QUEMA,QUE A MI ME QUEMA.....SUFRO POR SENTIR QUE NO TE SIENTO Y VIVO EN EL SENTIR DE TUS CADENAS

Anónimo dijo...

Yo creo en ti, en lo maravilloso que eres,y lo bonito que escribes. LIBRO.