Ser una vida
con la raíz que se queda partida
y sin palabras que hablar
en la esencia de ti que no se puede alejar,
querer dar sin esperar.
Creer mover el cielo
en las fauces de una noche dormida
y con la nada por regalar
en solo sueños brotando para despertar,
poder vivir sin desear.
Intentar beberse el mar
en el silencio de la secreta realidad
y de una sed sin saciar
escribiendo esperanzas que no saben esperar,
lograr sentir sin amar.
Hasta ser una vida completa
al que le falta su mitad.
Fotografía de Pedro Garcea
1 comentario:
Teníamos que rompernos.
Hacernos trizas,
para resucitar de golpe
engradecidos.
Dejarnos de vestidos
y lustres,
adornos y alfileres,
hasta quedar
en la rotunda desnudez
de la nada que empieza.
Y volver a crearnos
fecundando mil sueños
-entre tantos pesares-
y hacer crecer,
en un siglo de instante,
la gran ola de amor...
El gran vestido.
Rotos(Ángela becerra)
Besos
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