Entre
nubes de andamios
veo
al tiempo soñando
sobre
los años que viví,
todo
lo que se hizo pasado
ha
hecho lo que es de mí
y
que nunca habría imaginado.
Tiempo
que fluye como un río
sin
tener apenas descanso,
carrusel
de calor o frío
estando
solo o acompañado,
la
vida sigue pasando
y
yo me quejo o sonrío.
Querer
ver donde alcanza
desde
el amanecer hasta el ocaso,
midiendo
la talla de la esperanza
o
hasta donde llegan los pasos
para
poderte ofrecer mis labios
y
modelar el eco de la voz.
Mareas
de océanos, tan leves,
que
ni mareas llegan a ser,
hacen
de los instantes breves
volanderas
hojas de otoño
que se apuran a caer como lágrimas
y
en su estación han de perecer.
Cántico
de un secreto perdido
y
tenue quedó lo que busqué
entre
las noches aterido,
lo
que este loco aún cree
es
que el cuento que vivió
fue
que desperté y sigo dormido.
Fotografía de Gemma
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