La
verdad un día
será
belleza eterna
cuando
su sed aparezca
en
el acantilado del olvido,
mas
allá de la mentira
buscando
en el vacío
que
se ha llenado del rocío
de
una Luna que llora serena.
Será
una verdad entera
que
a todos podrá alcanzar
como
el faro que junto al mar
puede
llegar donde su luz desea,
indelebles
partículas de viento
que
vuelan en la hoguera de la calma
escuchando
lo que canta la llama
al
repiquetear con la voz del incendio.
Es
la verdad que sueño
cuando
contemplo el universo
restallando
de estrellas opacas
que
me deja volver al origen del alma,
escuchando
el eco de su verso
repitiendo
en su canto escondido
con letras que el corazón ha mecido
en la
verdad que esconden las palabras.
Fotografía de Pedro Garcea
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