ELEGíA del VAGABUNDO

 

Voy donde se esconden los besos furtivos,
bien hacia la boca donde los labios viven
o hacia el espacio donde la voz ha yacido.

Mientras llueve de silencio la lluvia muda,
por algo que no se ve porque su ruido es ciego
pero que ha dejado el eco de su alma viuda.

Allí donde aúlla el viento al cielo de los deseos,
cuando las estrellas saltan inocentes
entre el murmullo de los ecos traviesos.

Al caminar hacia el umbral de un saber,
sobre las nieblas que se funden por fuego
con ojos que dudan lo que podrían ver.

Transito con muletas de barro los universos,
que se tienden en las playas de los luceros
cultivando sus mareas entre olas del querer.

Y volveré sobre mis pasos cosidos al sendero,
para vagar de nuevo en la perenne memoria
que me hizo sentir el amor al soñar que te encontraré.