Alma
mía
de
fugaz envoltura,
como
sombra hecha criatura
que
me habla descarada
y
vive en mí,
invocada
por los labios
con
la voz de mis manos,
tiene
la mirada fría
de
figura enjuta
con
la tez descarnada
latiendo
en mí,
sin
conocida singladura
para
el cuerpo que acapara.
Suena
a grito sordo
de
aire sin escultura
que
me arrastra a la locura
y
se vacía de mí,
sacudiendo
en algarada
la
vida que he de vivir,
siento
su caricia oculta
cubierta
de piel entrelazada
rezando
a una Luna enlutada
que
llora por mí,
con
primal eco de criatura
convertido
en tinta al morir.
Fotografía de Pedro Garcea
No hay comentarios:
Publicar un comentario