Encuentro
interminable
al
enfrentar el abismo
de
una frase,
donde
comienza el poema
sin
límites para escribir,
amar,
sentir, decir,
o
tener una sorpresa.
Hacer
de las palabras
un
descubrimiento,
un
latir, un descubrirse,
una
ayuda, una caricia,
un
encontrar,
ese
oasis
para
un infinito desierto.
El
poder de domar las letras
ante
la discordancia,
poder
desentrañar
con
la sorda maldición
de
un alma insondable
que
grita de afonía,
el
palpito de la revelación
que
sin querer te besa.
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