PAPEL ARRUGADO QUE SIEMPRE MIRO

Mientras en el mar crece
una vereda de atardecer
que traza líneas sin angustia,
relajados espejos de Lunas
son silbados de labios secos
donde las sombras se juntan,
y el bufón que tenemos dentro
sale a escena despertando los silencios,
arrancando al teatro
emociones en aplausos,
robando del respirar
las palabras, suspiros, gemidos
y seguir actuando,
hasta que los sueños son dureza
haciendo comedia
seduciendo euforia con sus pasos,
con sonrisa de payaso
danzando el color de los destinos,
arriesgando vida
pero en el fondo siempre jugando,
personificando
haciendo sentir los abrazos,
dejando huellas
que la ola terminará borrando.

Cuando la escena me envuelve,
nadie puede explicarme
que hago a la cinco amando,
que hago amando, a las cinco…

Fotografía de Pedro Garcea