A veces llego al sol por sus rayos
y al corazón por las miradas,
pero los sueños ¿quién los atrapa?
¡Si tú supieras,
que trasiego los confines de sus campos
siguiendo sus huellas, ingrávidas,
bajo cielos sin estrellas
entre nubes hechas de sábanas,
donde se esconde el relámpago
creando y buscando el tesoro
que se desprende en las mañanas!
Alguna vez volé la eternidad de tu abrazo
y esculpí el color que derramaba,
pero soñarte ya no me alcanza.
¡Si tú supieras,
que oigo al mundo sin voz estallar
pintando de tinta sus terrazas,
muriendo solo, inanimado,
en un amanecer sin luz
hecho de las palabras calladas,
sobre lamentos de un sol agazapado
sabiendo que un sueño nunca descansa!
He viajado por los confines de mi alma
entre los sueños en los que tu viajas,
pero tu estela siempre se escapa.
¡Si tú supieras,
que persigo los vacíos que dejas
haciendo de las sombras palabras,
trasteando los silencios
de sollozos, sin trazos,
esos sollozos míos, descalzos,
hechos de tintas inertes sin labios
que cuelgan del columpio de las lágrimas!
Escribo colgado de ese sueño casi nube
versos que me llevan a tu lado
y así ese sueño nunca se apaga.
Fotografía de Pedro Garcea
1 comentario:
Y los sueños, sueños son...no dejes de soñar,ni de escribir,el poema es magistral,me ha dado una punzada el corazón,gracias.
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