Es
el momento
para
estirar los brazos
mas
lejos al norte, tan lejos del sur.
Tus
cabellos escapando de la nubes,
el
cielo con la garganta seca
y el viento agrietando la corteza de
tu piel.
Cada
instante tuyo se calienta
en
el fogón que acaricia la tierra,
con
el pretexto de respirar tu ser.
Vives
con tu sed
donde
estallan los deseos,
entre
ritos nocturnos
guiando
lo que hacemos,
con
las palabras justas
para
que seas libre de emociones
y
sentimientos,
con
un alma desnuda,
caprichosa
a la belleza
de
su abrazo incandescente,
arrancando
a la gente
el
amor que tu brillo despierta.
Es
el momento
para
aceptar su desafío
con
el sortilegio del fulgor de tu belleza.
Fotografía de Gemma