sábado, 10 de mayo de 2025

MIRáNDOME EN EL ESPEJO NEGRO











Tú que fuiste un tallo partido
que va decapitando la copa de su pasado,
cómo un río perdido
que se arroja a la cascada
en un rito solemne por la vida.

Amasijo de miradas
que dejó entre nieblas
la imagen de mi alma,
¿Cómo me imaginas?
inevitable, apático, inexpresivo, pelanas.

Ya no te reconozco
en los gemidos del agua,
en las lágrimas de las risas,
en el silencio que habla,
en lo que fuiste,
en lo que eres y serás mañana.

Tú que buscas un entierro ardiente
cómo brote de ceniza asido a las ascuas,
cómo aguja perdida
con la suerte de ser encontrada,
cómo cuerpo de nube
que toca el cielo y a veces lo tapa.

Sierpe sorda que canta,
¿Dónde perdiste mi destino?
se que lo dejaste en un piano
de notas que se derraman,
o bajo la cítara de los recuerdos que matan,
o tras las cortinas que sesgan la luz,
o marcando líneas sobre una página.

Has abandonado el don que pasa
con una mano abierta al mundo y la otra mano cerrada.

Tú que me haces ser yo
¿Qué me harás ser mañana?

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