ESCúCHAME

 

Escucha y no solo oye,
el parpadeo de un gesto tímido que se libera como un preso huido,
escucha hasta que puedas palpar,
el latido de un leve silbido que volátil vuela hacía una eternidad,
escucha que también es trascender,
las ilusiones rotas del alma entre los pasos prendidos del mar,
escucha hasta llegar a sentir,
el seco murmullo de los pensamientos tras la mustia canción de la sombra,
escucha para respirar,
los sueños de un diluido suspiro con las alas de un sordo quejido,
escucha para encontrar la caricia,
en las manos que perdieron el tacto al tocar el cielo sentado en la montaña,
escucha que es también virtud,
la herida que llora por un adiós bajo el silencio que no encuentra eco,
escucha para ver,
la rabia de una libertad encarcelada que grita a un amor que solo quiere ser amado,
escucha para compartir,
a ese silencio misterioso, cadencioso y sigiloso que se quedó sin piernas,
escucha para vivir,
a las olas que me lanzan a lo alto, me atrapan y mecen mi voluntad,
escucha si quieres ser testigo,
lo que parece que digo, lo que con ello persigo y no logro decir.

¡Escúchame y escucha lo que yo escucho!