Declaro espina a mi alma, esclava por buscarla al escribir.
Y declaro acero a mi corazón, por tener esperanzas de libertad.
ME avergüenza encontrar miedos de dudas afiladas en el sentir.
Soporto las llamas con las que se diluyen los pensamientos.
Y mantengo firme los pilares ennegrecidos de la soledad.
Mendigo las propuestas deshonestas de los encantos.
Escribo con sangre que se escapa de las heridas de deseos.
QUIERES que viva siempre siendo un sueño sin final.
MAS creyendo amar, que en las exterioridades del amor.
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