LA VERDAD DE LAS PALABRAS

No es la tinta la que marca los impulsos entusiastas de una orquesta.
Y la fuerza de los signos cuando se reúnen, esta en la posición, no en el dibujo.
El sentido de los colores va siempre escrito en algún rincón y en la expresión al mirarlo.
Cuando el mundo se desvanece, buscamos en el sentido de las palabras, los sentimientos que se hacen bruma y sólo los ecos de las voces más fuertes, que gritan del corazón, nos hacen perder los bostezos del aliento de la vida.
Los significados en caminos recorridos, son sólo estelas que terminan rompiéndose en olas, mareados de tanto revolcarse en la arena de los recuerdos, tantas veces recordados, que la envuelta que los cobija y protege tan usada se desmenuza, como los sueños que se sueñan y que también se esconden.
Encontrar el sentido de entre tantos perdidos, a veces blasfemados y otros escriturados, notamos en nuestras fuerzas, los inútiles actos que nos encuentren las respuestas en los peldaños, en las que están dibujadas las frases, donde se reconocerán las verdades de cada ser.
Los tonos que portamos son tan numerosos como un solo infinito.
Y en la línea de una letra no se encierra tu verdad.
No es la tinta la que marca los impulsos entusiastas de una orquesta.

La verdad es de cada alma.