En cuanto dejes de frenarte y no temas mis peligros,
cuando no sientas que mis ojos te desnudan
o no rechaces que te vea tal como eres.
Entonces quizás me mires.
Puede que te sujete el brillo de mis ojos
cuando sepas que está causado por los tuyos,
o que las guirnaldas de tu entereza,
anuden los hilos de tu voluntad.
En cuanto te pares y dejes de buscarme,
cuando no tengas miedo a la paz de mi compañía,
o de asustarte por la dulzura que tiemblas al acercarte.
Entonces quizás me mires.
Y puede que amarren tus pasos,
manos locas de pasión y piel dedicada a las delicias,
o que almenas arenosas de dolor
frenen las canciones que recitas.
En cuanto me veas y no sientas miedo de engañarte,
cuando entiendas que no puedes frenar
u olvides lamentar fracasos pasados.
Entonces quizás me mires.
Puede que se abran muchas puertas,
que te regalen otra oportunidad
de soñar cada realidad,
como si de un sueño se tratara.
En cuanto me roces y no sientas mis labios extraños,
cuando las caricias lleguen, a tu corazón, sin ser vistas,
y su miel cubra tu desazón.
Entonces quizás me mires…
Puede que la locura de ti se apodere,
que atropelladas sensaciones
bailen descontroladas por tu cadera,
desbocadas ansias de quererme.
Entonces me mirarás.
cuando no sientas que mis ojos te desnudan
o no rechaces que te vea tal como eres.
Entonces quizás me mires.
Puede que te sujete el brillo de mis ojos
cuando sepas que está causado por los tuyos,
o que las guirnaldas de tu entereza,
anuden los hilos de tu voluntad.
En cuanto te pares y dejes de buscarme,
cuando no tengas miedo a la paz de mi compañía,
o de asustarte por la dulzura que tiemblas al acercarte.
Entonces quizás me mires.
Y puede que amarren tus pasos,
manos locas de pasión y piel dedicada a las delicias,
o que almenas arenosas de dolor
frenen las canciones que recitas.
En cuanto me veas y no sientas miedo de engañarte,
cuando entiendas que no puedes frenar
u olvides lamentar fracasos pasados.
Entonces quizás me mires.
Puede que se abran muchas puertas,
que te regalen otra oportunidad
de soñar cada realidad,
como si de un sueño se tratara.
En cuanto me roces y no sientas mis labios extraños,
cuando las caricias lleguen, a tu corazón, sin ser vistas,
y su miel cubra tu desazón.
Entonces quizás me mires…
Puede que la locura de ti se apodere,
que atropelladas sensaciones
bailen descontroladas por tu cadera,
desbocadas ansias de quererme.
Entonces me mirarás.
3 comentarios:
Como tantas otras veces,
me dejas sin palabras...
No hablo, no digo, no escribo...
solo quiero, solo siento...
No quiero más frenos, más temores
no quiero!
Quiero quizás mirarte...
quiero mirarte, sin quizás...
Siento, que no puedo...
Tus ojos aun no he podido ver.
Quisiera poder verlos y
Mantener tu mirada sin enloquecer.
Tu voz es aterciopelada , tus manos como la seda deben ser , quisiera poder tocarte y ver.
veo que sigues escribiendo cosas presiosas y como no, siempre hablando de sueños, que veo cada vez mas cerca,pues noto como te van correspondiendo y creo que no queda mucho para que se puedan realizar,no dejare de leerte ya que merece la pena hacerlo,pues leerlos me lleva a lugares insólitos,no dejes de escribir nunca un beso
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