Aquellas
palabras que nunca mueren
te ayudan a encontrar tu voz,
eligiendo la locura a seguir al dolor
en los límites de la dignidad y la belleza.
te ayudan a encontrar tu voz,
eligiendo la locura a seguir al dolor
en los límites de la dignidad y la belleza.
La poesía libera a los que se encierran
al venir de donde el instinto pierde el alma,
de un lugar donde nadie reina
y que nadie jamás conquistó.
A veces hace sentirte charlatán
sobrando silencios sin turbar
que la ternura del recuerdo altera,
pudiendo apreciar la pluma y el tintero
al lograr respirar con los poemas
el aroma y la fragancia de sus letras.
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